Y todo empezó 12 años atrás, teniendo 3 años y llegando al comedor del colegio a las 7:30 de la mañana, ¿que me esperaba? el desalluno, juguetes, compañeros y un jovencito inexperto que sin saberlo iba a ser mi profesor pasados 10 años, en efecto, Juan Antonio Ayllon Ranchal nos cuidaba por las mañanas a mi hermano y a mi, aun que no guardo muchos recuerdos de el lo que nunca se me olvidara , mas que nada porque según iba pasando el tiempo seguía haciéndolo, era que me apretujaba los mofletes y decía: !ARRRTURIIIN!, era algo doloroso pero a la vez sentías el cariño de profesores, que en un instituto nuevo no sentirás.
Según mi longeva pero sabia madre (digo lo de longeva para picarla, porque lee mi blog siempre) mi hermano recibió clases de la hermana de Juan Antonio antes de irse a Inglaterra, según ella se llamaba Ester, o algo así, eso ya es mas dudoso porque ni siquiera ella se acuerda.
Cuantisimas experiencias viví en mis tiernos años de infantil, con Ana y Pilar.. algo maravilloso, lastima que la edad no me permita recordar muchos de esos tiernos momentos, y después de infantil venia Primaria, en donde conocí a profesores y alumnos que vinieron nuevos que fueron maravillosos, en 2 de Primaria recuerdo que con Marichon (mi tutora) tuve mi primera experiencia malotilla (le copiaba a Lucia Clemente los ejercicios una vez que Marichon se los corregía y se los ponía bien) mi querida amiga se chivo, y Marichon me puso una nota en la agenda...
Los demás años de primaria fueron muy intensos, mas que nada porque mi hermano, muy majo el apunto de empezar un curso nuevo me dijo: en este curso te van a tocar uno de los dos profesores mas malos que hay en el colegio, Paco (el del bigote) o Matilde, yo asustadisimo lloraba toda la noche deseando que no me tocara ninguno de los dos, finalmente me toco Matilde, teniendo de tutor a Antonio Ñeco y su característico: !Cenutrios!.
En 5 y 6 ya cambio la historia, ya que no se que me paso que pase de ningún suspenso a estar apunto de repetir en 6 de primaria, y sin saberlo empezaría una carrera contra los suspensos, que tropezón tras tropezón casi me cuesta repetir un tramo de carrera mas de una vez, pero que, tras mucho esfuerzo y muchisima suerte no han conseguido retirarme ni interferir en su recorrido (otra metáfora, por si no lo habíais pillado).
Hay Primaria, probablemente donde mas feliz fui, con sus helados por el cumpleaños de Carmen Saco, y su papelito firmado por Carlos Vidal también por su cumpleaños que valía en la cafetería de Luisa lo que quisieramos, la querida Necane y sus clases de flauta, con los profesores de Educacion Fisica, mejor no hablo de ellos, los que estaban en mi clase saben perfectamente como me lo hacían pasar TODOS ellos, menos el de la ESO, que era el único al que guardo respeto y cariño, la desaparecida aula de psicomotricidad y la biblioteca, que cada año la hacen distinta, aquella guerra de globos de agua que hicimos en el patio, aquel baile de chulapos y chulapas que hacíamos de pequeños, aquel joven guiri llamado Danny que nos cantaba
Que fue de aquel patio en el que una valla de colorines separaba la parte de arena de los pequeños de la de asfalto de los mayores, que fue de el colegio de mis recuerdos, en el que las clases eran clases, no tutorías ni cuartos que se transforman en clases para albergar mas y mas niños, realmente estos años el colegio ha cambiado, y sus personas también, pero actualmente me quedo con esa infancia en la que el Juan de Valdes era mas que un colegio, era mi otro hogar.
Y por fin llega la ESO, mi etapa por secundaria fue un tanto extraña, lo normal es tener dos tutores en toda la ESO, pues yo tuvo 5 tutores, y mi clase actual fue mi clase en 6º de Primaria, mi querido estirón, que en apariencia física me ha hecho mas mayor, y los grandes profesores que he conocido unos han tenido una breve instancia y otros llevan años y años dando clase, a mi hermano por ejemplo, que me advirtió de cada uno de ellos, pero siempre me los pintaba peor de lo que en realidad son, porque cada uno a su manera te marcaban para al final acabar cogiéndoles cariño, y sin duda doy gracias a mis padres por no meterme al colegio publico que tengo al lado de casa, porque de ser así hubiera acabado siendo un claro ejemplo del malotismo ilustrado, porque tras 12 años en el Juan de Valdes, los he disfrutado, he reído y he llorado.
Sabia que este momento llegaría, pero no quería afrontarlo, y ahora que ha llegado me veo solo ante un instituto nuevo, bueno si consigo plaza en alguno, porque igual que muchos , estoy sin instituto, pero si entro en alguno y estoy solo y rodeado de sudamericanos (que sabéis que no es que me guste mucho, y no soy racista) pues bueno, lo aguantare y recordare ese lugar, que a pesar de que es un colegio, es donde fui muy feliz.
Ahora, pondré unas fotos de mi etapa en el Juande y las comentare :)
El día del protagonista, en el que uno de nuestros padres venia y hablaba de su trabajo, la profesora apuntaba las preguntas que nos hacían los compañeros y nuestras respuestas, hoy tengo la suerte de conservar este cuaderno
Marta Garcia, Sandra Santos, Irene Perez, Alba Acebedo y Karla Gallardo, en infantil :)
Irene Perez, que tras largas charlas mientras escribíamos código HTML en informática descubrí que no me recuerda en infantil, aquí podemos verla muy cariñosa hacia un "extraño" :)
En primaria, en una excursión al zoo, podemos ver a Jorge Montero y a Miguel :)
Dos de las cuatro carpetas, con mis trabajos de infantil, en el Juan de Valdes.
Aquí termina la entrada del Juan de Valdes, pocos habrán llegado hasta el final, ya que reconozco que me he explayado bastante, pero esto no llega ni a la mitad de tooodo lo que he vivido en este colegio.
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